Mis Impresiones sobre el encuentro de primaver 2014 de la ALE

Del 17 al 20 de Abril se celebró el encuentro de Primavera de la ALE (Asociación por la Libre Educación). Ha sido la primera vez que asisto a uno de sus encuentros pero tengo claro que volveré antes o después. El lugar elegido fue ideal por el maravilloso entorno natural de la sierra norte de Guadalajara. Niñ@s y mayores disfrutamos de unos soleados días de charlas, reflexiones y aprendizajes sobre la libertad educativa.

                Allí he descubierto a personas que me han inspirado enormemente. Una de ellas es Yvonne Laborda que ha optado por el unschooling (aprendizaje autónomo) con sus tres hij@s. Por si no la conocéis, es una mujer con mucha energía que transmite con seguridad y sensibilidad sus experiencias: cómo aprendieron a leer sus hij@s, su forma de organizarse en el hogar, l@s aprendizajes con familiares que no comparten su forma de crianza… Su charla empezó a resquebrajar mis ideas preconcebidas sobre la educación y la necesidad de escuela. De hecho, cuestionó los ambientes preparados (Montessori, Wild) por ser demasiado artificiales. En relación a los materiales montessori destacó que en su experiencia personal son más atractivos para los adult@s que para l@s niñ@s (cometario que últimamente escucho mucho).

                La legalidad fue la protagonista del comienzo de la mañana del viernes y sábado. En este sentido, Sergio Saavedra informó acerca de las reuniones que ha mantenido con los grupos políticos para que sea reconocida la educación en casa en España. A pesar de la esperanza que surgió en el proceso, finalmente se ha cerrado la puerta para que eso sea posible en este “momento político”. No obstante, ha resultado positivo que la ALE sea reconocida como interlocutora y que se hayan abierto cauces de comunicación que en el futuro puedan dar fruto. Me sorprendió que muchos políticos españoles estén a favor del homeschooling. Como vía paralela se comentó la necesidad de crear conciencia y visibilizar esta alternativa educativa en España, cada un@ en su localidad, participando en charlas y eventos que rompan la imagen marginal de estas familias.

                Las familias que eligen esta modalidad de educación son más de las que pensamos (se habla desde hace tiempo de 3000 familias pero en realidad no existe registro) y son tan diversas como es la sociedad en la que vivimos. Se hace necesario hacer activismo porque no es justo que familias que se dedican en cuerpo y alma al bienestar de sus hij@s sean perseguidos y en algunos casos tengan que prácticamente huir como si fueran criminales. A principios de Mayo hay una concentración en Bilbao para reclamar la libertad de no escolarizar.

                Más allá del tema legal, también hubo tiempo para la crítica y la reflexión sobre la educación. Como preludio al sábado, Antonio arremetió con tod@s las llamadas “pedagogías”, desde la autoritaria hasta la libre, pasando por las “espirituales”. Una a una fue desmontando sus mitos y señalando contradicciones y sinsentidos. Por ejemplo, se cuestionaba si era normal que un adulto se pasara la mañana con una libreta apuntando comportamientos que observaba en l@s niñ@s como si fueran cobayas. Pensarán l@s niñ@s, “si nosotr@s dibujamos, ¿por qué esta persona se nos queda mirando y no dibuja con nosotr@s?”. Esa primera grieta que se había abierto con la charla de Yvonne se hizo más y más grande. ¿Por qué nos sentimos con derecho a gestionar la vida de otras personas, aunque las llamemos niñ@s? No es la primera vez que me derrumban los pilares de un supuesto saber o hacer, pero cuando pasa, la sensación que sigue es de cierto vacío. Algo raro se respiró en el aire lo que quedó de viernes, incluso en el coloquio nocturno se respiraba cierto pesimismo.

 

 

                No es que el panorama que nos mostró Pedro sea muy halagüeño pero yo confío en que poco a poco se están creando redes de apoyo e intercambio (cooperativas integrales, monedas locales o grupos de consumo) que recuperan ese espíritu comunero y localista propio de las culturas orales. Por ejemplo, esa misma noche una joven familia de Matavenero nos relató su experiencia vital en este ejemplar pueblo del Valle del Bierzo. Allí parece haberse hecho posible ese ideal de educación comunitaria, donde cada niñ@ encuentra sus maestr@s entre l@s vecinos, además de tener  total libertad de movimiento y acción y se le respeta desde antes de nacer. No debe ser fácil vivir allí (y menos en invierno…) y seguramente existen conflictos como en tod@s sitios, pero me pareció que están construyendo una alternativa muy bella y sincera.

                Fueron muchas y variadas las experiencias que se expusieron en el Encuentro, yo sólo he transmitido algunas de ellas. Os aconsejo que visitéis la página de la ALE para estar al tanto de ellas. Desde aquí quiero darle las gracias a la ALE, a Julio y al conjunto de los que asistieron al encuentro por organizarlo y compartir experiencias, saberes y la alegría de l@s niñ@s que inundaban el campamento. 

Otra compañera asistente al encuentro, Madelen Goiria, también ha escrito en su blog sus impresiones.