La Herradura es un pequeño pueblo de la costa
granadina. Los años de expansión turística hicieron mucho daño como en otros
lugares y hoy en día la línea de playa está totalmente urbanizada. Tampoco los
montes que conforman su bahía se han salvado de la “conquista del cemento”.
Sólo el territorio delimitado como Paraje Natural de Cerro Gordo se ha salvado, aunque a pocos metros
se extiende una urbanización actualmente en peligro de derrumbe.
A pesar de lo anterior, la Herradura es un lugar tranquilo (durante temporada baja) donde se puede disfrutar mucho cuando se tiene niñ@s pequeñ@s. La playa misma es un lugar de juegos sin fin. Las piedras y la propia arena se convierten en obras de construcción incluso sin necesidad de cubo y pala. Se puede escribir y dibujar en la arena con ayuda de un palo al estilo montessori. O trazar un gran círculo y jugar al pilla-pilla… Son tantas experiencias multisensoriales que cada día es diferente. Cuando empieza a hacer calor y entra el agua en juego la visita a la playa se convierte en una verdadera fiesta. Sabiendo esto, ¿por qué no hacer playa-escuelas tal y como existen las bosque-escuelas? Estamos segur@s de que es ambiente más propicio para el aprendizaje que las aulas cerradas.
Nuestra estancia en este pueblo se hizo aún más rica cuando descubrimos proyectos que conectaban con nuestra forma de entender la vida.
A pesar de lo anterior, la Herradura es un lugar tranquilo (durante temporada baja) donde se puede disfrutar mucho cuando se tiene niñ@s pequeñ@s. La playa misma es un lugar de juegos sin fin. Las piedras y la propia arena se convierten en obras de construcción incluso sin necesidad de cubo y pala. Se puede escribir y dibujar en la arena con ayuda de un palo al estilo montessori. O trazar un gran círculo y jugar al pilla-pilla… Son tantas experiencias multisensoriales que cada día es diferente. Cuando empieza a hacer calor y entra el agua en juego la visita a la playa se convierte en una verdadera fiesta. Sabiendo esto, ¿por qué no hacer playa-escuelas tal y como existen las bosque-escuelas? Estamos segur@s de que es ambiente más propicio para el aprendizaje que las aulas cerradas.
Nuestra estancia en este pueblo se hizo aún más rica cuando descubrimos proyectos que conectaban con nuestra forma de entender la vida.
El primero de ell@s se llama
“Ecohuerto las 9 Lunas” y consiste en una asociación que gestiona un espacio de "Huertos urbanos". Hay
pequeñas parcelas que cultivan algun@s soci@s de forma independiente y otras de manera comunitaria, además de las partes del huerto escolar. De esta forma, un vivero abandonado
se convierte en una explosión de vida hortelana donde se comparten
conocimientos sobre plantas, se coordinan los trabajos comunes, se realizan
talleres sobre temas de interés (permacultura, cerveza artesanal,
pan…) y l@s niñ@s disfrutan de un ambiente rico en
estímulos y actividad saludables.
Desde el Ecohuerto las 9 lunas se dinamiza el consumo local también a través de un grupo de consumidores que se proveen de productos locales, biológicos y de temporada del Karrasko ecológico.
Desde el Ecohuerto las 9 lunas se dinamiza el consumo local también a través de un grupo de consumidores que se proveen de productos locales, biológicos y de temporada del Karrasko ecológico.
La educación alternativa poco a
poco se está abriendo hueco aquí. Un proyecto especial para
nosotr@s es el espacio educativo “Los niños del mango”, donde desde el enfoque de diversas pedagogías alternativas, se
practica el acompañamiento respetuoso a niñ@s y familias. A través de juegos
espontáneos, propuestas de talleres y actividad al aire libre, l@s niñ@s
aprenden desde su iniciativa propia y la libertad de decidir lo que quieren
hacer en cada momento. Es un espacio de aprendizaje hacia maneras de
hacer que dejen que l@s niñ@s sean ell@s mism@s sin prejuicios ni expectativas
externas.
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