lunes, 2 de junio de 2014

Visita al proyecto educativo Ojo de agua (Alicante).




 

Ya teníamos muy buenas referencias y previamente habíamos bicheado su página web.  Los abundantes artículos que hay colgados muestran su forma de entender la educación y los procesos de vida de niñ@s y jóvenes.

Pero claro, no es lo mismo visitar una página virtual, por muy bonitas que sean las fotos, que visitar el proyecto in situ. Y eso es lo que hicimos el 5 de Abril de este año aprovechando su jornada de primavera.Y claro, cuando llegamos allí nos encantó el lugar, las instalaciones y su filosofía.


Como asistentes a la jornada "el despertar de la conciencia a través de la educación" de Ojo de agua.

Eramos much@s  personas, alrededor de 35, y cada una con una historia personal diferente pero con la conciencia de querer otro tipo de educación. Al principio de la mañana, tod@s l@s asistentes compartimos un poco de nuestra historia de vida y por qué asistíamos a estas conversaciones en Ojo de Agua. Abundaban profesionales de la educación pública (algo que nos dió esperanza en el necesario cambio de este sector)  y padres/madres que habían desescolarizado o bien tenían pensado hacerlo (lo cual nos animó también porque vemos que hay muchas familias que vencen el miedo a la ilegalidad de la no escolarización por darles a sus hij@s una educación más afín a sus principios).

Después de esta puesta en común, Javier y Marien (acompañantes y fundadores del proyecto) introdujeron la filosofía de Ojo de Agua y su papel de protección frente a las presiones de la sociedad. En esencia, entendimos que buscan que l@s niñ@s y jóvenes se encuentren a sí mismos a través de la actividad libre y que estén acompañados emocionalmente. No hay curriculum, ni propuestas externas, sólo iniciativas de ell@s para hacer o no hacer, pero siempre desde el respeto a l@s demás y a l@s materiales.
 
Su proyecto bebe de escuelas alternativas de otras partes del mundo (Pestalozzi, Sudburyvalley School...) de las que han integrado muchos aspectos como el respeto a los procesos de vida, los procesos democráticos o la permacultura aplicada a la educación. Cogiendo inspiración de todos ellos y aprendiendo de la experiencia propia (¡durante 15 años ya!) resulta lo que es hoy Ojo de agua, con sus potencialidades y características propias.

Durante la tarde visitamos el edificio y la finca exterior. El entorno es totalmente natural, rodeado de montes con vegetación arbórea y matorral mediterráneo.
Dentro de la finca ponen en práctica los principios de la permacultura y dividen los espacios desde los menos a los más silvestres (hay una gran parte  de bosque donde dejan que la naturaleza siga su curso, sin intervenciones humanas, y que consideran un lugar “sagrado” al que sólo van acompañad@s de adultos y con muchísimo respeto y cuidados). Han diseñado una piscina natural donde las ranas son las reinas y según nos contó Javier, varias especies de aves migratorias aprovechan ciertos meses al año. Cerca del edificio han dispuesto diferentes estructuras de madera para escalar, un arenero semi-cubierto con un techo que sirve de terraza y dos camas elásticas. Entre otras cosas, también hay carpintería, pista de fútbol y una bioconstrucción de cúpula geodésica.

arenero con plataforma arriba para subir
cuerdas para trepar en la fachada
estructura de psicomotricidad
estructura de psicomotricidad (al fondo)
El edificio, de dos plantas, está diseñado por Iñaki Urkía (arquitecto especialista en bioconstrucción y arquitectura bioclimática), y cumple con principios de eficiencia energética y ahorro (además de ser muy bonito). En la parte de abajo hay comedor y sala de música. Arriba está la sala específica de infantil (llamada kinder), una sala multiusos para psicomotricidad y talleres, laboratorio, sala de arte (con todo tipo de  materiales, desde pinturas hasta una máquina de coser), biblioteca, una habitación de materiales didácticos (montessori y otros) y otra de juegos de mesa.
Habitación materiales "didácticos"
sala de arte


sala multiusos
Habitación de juegos de mesa
biblioteca
 
 La jornada terminó con más preguntas sobre la historia del proyecto, la cuestión legal, los conflictos,... La verdad es que nos quedamos con ganas de saber más, pero en un sólo día no da tiempo. Por suerte, habíamos concretado tres días de observación.

Como observadores en Ojo de agua


Los niñ@s y jóvenes llegan cuando quieren a partir de las 9, no hay un horario establecido de entrada. En total son unos 70 que van llegando como un goteo constante de niñ@s correteando delante de sus padres o chic@s mirando el móvil y con los cascos puestos. Saludos, abrazos e inicios de juegos se suceden desde el primer momento.  Y cada un@ se va emergiendo en una actividad, conversación u observación...

Conforme va pasando la mañana empiezan a impartirse los talleres, que son propuestos por exclusiva iniciativa de niñ@s y jóvenes. Funciona de la siguiente manera: alguien está interesado en aprender sobre algo y pone un anuncio en el tablón de anuncios (taller de botánica, lectoescritura, bioconstrucción…). L@s interesad@s ponen su nombre y quedan en un día y hora concreta para organizarse. En esa reunión deciden cómo, cuándo, dónde y con quien se va a hacer. A partir de ahí se realiza el taller hasta que los asistentes lo desean, por lo el número de sesiones de cada taller es muy variable. Son impartidos por l@s acompañantes fijos de Ojo de agua, por padres/madres o personas externas. Por ejemplo, se imparte música, cerámica, biología, baile, japonés... Javier comentaba que la labor de acompañamiento se centra muchas veces en ser "buscadores de cosas". Hacen todo lo posible para cumplir con los deseos de aprender de los asistentes al centro, aunque de primeras parezcan cosas imposibles. ¿Construir una pista de skate? Están en ello...

De esta forma, la mañana se llena de actividad por todos lados, de niños que salen de una sala, entran a otra, juegan a l@s cartas, leen... También hay que decir que hay niñ@s y jóvenes a l@s que se ve sólos o en pequeños grupos que aparentemente no hacen nada. En esta época del estress y la falta de tiempo, ¡qué suerte poder decidir no hacer nada! En la jornada nos hablaron del papel del aburrimiento para repensar este concepto ver el siguiente artículo.

En los conflictos l@s acompañantes actúan con respeto y cariño legitimando las posturas de tod@s o señalando las reglas entre tod@s establecidas sobre algún material... Escucho de vez en cuando la frase,  "me molesta", que se ha convertido en la fórmula para pedir que se pare un comportamiento no deseado.

Los viernes hay asamblea para tomar decisiones sobre las propuestas que puede hacer cualquiera independientemente de su edad. Para ciertas temáticas (por ejemplo informar de que el enchufe de la bomba de agua ha de estar simpre enchufado para que no se pudra el agua de la piscina) es obligatoria la asistencia y una vez son tratadas estas cuestiones cada cual es libre de quedarse o no. Van explicando la propuesta después expresan dudas y opiniones a favor o en contra, luego votan y se decide por mayoría. Se escuchaban con atención, en silencio, respetando el turno de palabra,... En pocas reuniones de adult@s hemos visto tan integrados los principios y valores del asamblearismo.

Cuando llega la última hora de la mañana, la actividad se centra en recoger los materiales utilizados y preparar la mochila propia para volver a casa. Se repite la escena de primera hora con la afluencia de familiares, los saludos y las conversaciones con l@s acompañantes.

Nosotr@ nos quedamos con la sensación de haber presenciado mucha vida en libertad y con la certeza de que Ojo de agua es otra forma posible y real de entender la educación, lo cual nos alienta a seguir por este camino de la educación alternativa.

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